¡El circo está asegurado!

Dejaría de ser un hombre de medios el presidente Funes, sino aprovechara su experiencia profesional para intentar salir airoso frente al deficiente trabajo hasta ahora realizado en este gobierno del "cambio".

 

Sabemos que la situación previa a la gestión presidencial de Funes y la coyuntura de la misma no ha sido ni es fácil; así que una ayudadita por aquí y por allá, no le viene nada mal a la imagen de Funes.

 

Al respecto de estas "ayudaditas" de las que hablo, has de caer en la cuenta, compatriota, que me estoy refiriendo a temas como el de las cachiporristas, la lectura de la Biblia en las escuelas públicas y otras pequeñas cosas servidas a la opinión ciudadana, y que, en resumidas cuentas, son solo grandes y enormes Cortinas de Humo.

 

No hay que ser tan listo para identificar que en esto de las cortinas de humo y para que las mismas se perciban creíbles, siempre deberá existir un chucho flaco al que se le peguen las pulgas o, cuando menos, uno que otro funcionario o actor de la vida pública al cual se le propine una pactada cachetada de payaso.

 

¿Por qué creés que sostengo lo anterior? Pues es muy fácil dilucidarlo, y para muestra un botón: imagínate la cantidad de improperios a los que fue sometida la directora del ISDEMU y las autoridades del MINED, para mi gusto de forma innecesaria. ¿Y todo para qué? Pues para que días después aparecería como siempre el Estalin de bolsillo, hablando de gradualidad e intentando quedar en la retina de la población como una persona ecuánime, tolerante y, sobre todo, "atenta al clamor de la ciudadanía".

 

Fíjate que de a poco, compatriota, vamos entendiendo a este nuevo mandatario y también vamos asimilando sus estrategias y mensajes. Pero para que no caigás vos en esa atarraya para incautos, acá te dejo un par de ideas que siempre serán visibles en estas pantomimas que se articulan desde el Ejecutivo.

Pasos a seguir para la creación de una bonita cortina de humo:

 

1- Lo primero es identificar situaciones que generen controversia en la población salvadoreña. La controversia debe considerar que buena parte de la población se quiera manifestar, tanto en contra como en favor de la misma.

 

2- Se debe procurar que el tema no afecte el bolsillo de la gente de forma directa. El Ejecutivo pudo palpar el bajón porcentual que tuvo el mandatario en la percepción de la gente, con los temas de incrementos a la cuota básica de la telefonía fija, el agua y la luz. Por eso, el tema del gas no se ha colocado en la picota de la opinión ciudadana.

 

3- Además, se debe procurar el involucramiento de los otros órganos del estado en la controversia, así como la sociedad civil. Si no se puede, pues hay que buscar un funcionario de poco peso político y que sea de fácil remoción, por si todo sale mal.

 

4- Cuando ya tenés el tema seleccionado, debés articular la controversia con un par de funcionarios, a los cuales llamaremos "funcionarios de choque" o, simplemente, "azuzadores".

Los azuzadores son los encargados de medir el pulso, aceptación o rechazo de la población. Si el tema no genera la controversia deseada, el azuzador deberá aplicarse y ponerse creativo. Entre más incapaz, prepotente, tozudo e inepto se haga percibir, el circo estará asegurado.

 

5- Finalmente, cuando ya todo está perdido y buena parte de la población se perciba encachimbada, hablando de que no hay cambio y que estábamos mejor con los corruptos areneros, aparecerá el chapulín rosadito, soltando cachetadas a diestra y siniestra -más en esta última salida sobre el tema de las cachiporritas-, salvando la situación y beneficiándose con ese marketing político, lógicamente.

 

En este círculo vicioso es que hemos estado desde que el presidente Funes ha llegado al Ejecutivo y te hago un recuento rápido de algunas de estas iniciativas vanales:

 

-incremento de las penas a menores de edad,
-ahí vienen los zetas!
-lectura de la Biblia en las escuelas públicas,
-las cachiporritas,

 

... y te aseguro que estas no serán las últimas.

 

Tenés vos otro punto a agregar?
 
Por: Kvernicola